El origen de Parcela 29 y su viñedo se remonta a la Edad Media.
Nos trasladamos en el tiempo más de 400 años atrás, para encontrar una curiosa historia sobre la vida, la tierra, su naturaleza y su gente. Todo ello, en Parcela 29 de Zayas de Báscones, Soria.
Cuando la «filoxera» amenazaba con el fin de todos los viñedos europeos, un noble francés descubrió un pedacito de tierra aislada y desierta en el centro de España, donde estaba seguro que nada ni nadie podría llegar.
Su visión le llevó hasta esta tierra para plantar un único viñedo que sobreviviese a la amenaza que asolaba todo el continente y que supondría el fin de la vid en su estado más puro, más auténtico.
Así, asentado en esta tierra, observó y observó cómo la naturaleza se comportaba en cada uno de sus rinconcitos del Señorío de Zayas de Báscones. De todos ellos, había uno, una parcela, que siempre, pasase lo que pasase, se mantenía equilibrada, sana, fiel a su origen. Comenzó plantando un pequeño número de vides, para ver lo que pasaba… El tiempo dio la razón al sabio noble, las viñas ofrecían cada año uvas de tal calidad, tal aroma y de tal estructura, que pronto, el pequeño viñedo se extendió. Así es como el noble francés, fusionó el caracter y nobleza de la tierra, con el «savoir faire» de la elaboración francesa, que en aquella época, estaba más evolucionada que aquí.
La emoción por descubrir esta tierra virgen, libre de cualquier vicio, noble, serena, inmesa en su interior, le llevó de dejarlo todo y apostar por su sueño: mantener la autenticidad de las vides, con la fuerza y nobleza de esta tierra, aplicando su intuición en una elaboración artesanal al estilo galo. Todo ello hizo que, poco a poco, paso a paso, surgiera uno de los viñedos más relevantes de toda la Ribera.
Tal fue la relevancia de su viñedo y sus vinos, que se le otorgó la categoría de «Señorío». Sus vinos ya no solo eran representativos en toda la zona centro del país, sino que comenzaron a ser transportados hasta nobles europeos que todos los años esperaban con deseo la nueva añada de ese vino noble propio de la tierra de la Ribera soriana, con un toque exclusivo propio de la elegancia francesa
Solo la devastación de las llamas de un gran incendio podrían terminar con una ilusión, un sueño, y un viñedo como el de Parcela 29.
De nuevo, solo la ilusión, las inmensas ganas de trascender y de dejar un legado, podrían recuperar este viñedo, 400 años después, y devolverle de nuevo su esplendor.
Así fue:
En el año 2000, cuando Agustín y Marta llegaron a esta tierra, ahora denominada «Coto Redondo» Zayas de Báscones, tuvieron claro que su misión sería recuperar este viñedo centenario, recuperar la esencia de Parcela 29 y hacerla llegar de nuevo, muy lejos. En 2018 la magia comenzó a resurgir, recuperando el viñedo con los mejores clones autóctonos y la elaboración más cuidada, de manera artesanal, para disesñar los vinos De Postín®.
Para que todo aquel que pruebe una copa de Vino De Postín® pueda sentir esta conexión con la tierra tan especial que se siente, cuando entras en la parela, paras y respiras profundo.